Tradicionalmente, los perros de presa se criaban y se adiestraban para la caza mayor, además de para trabajar con ganado y la vigilancia y defensa. Se trata de un tipo de animales que, gracias a su robusta mandíbula, tiene una mordida muy potente, por lo que es perfecto para sujetar a las presas. Con un entrenamiento adecuado pueden convertirse en perros de caza que acompañen a los aficionados en sus jornadas y les ofrezcan un apoyo extra para conseguir las piezas.