Cuando se va de caza a otro país, lo natural es el deseo de traer de vuelta los trofeos obtenidos. Representan un esfuerzo y un logro, y normalmente es anhelado colocarlos en un lugar muy especial en el hogar para tener un recuerdo que admirar. Pero las aduanas exigen determinada documentación a estos efectos y es conveniente conocer todos los requisitos.